miércoles, 28 de noviembre de 2007

El prisionero



Aislado al fondo del pasillo
entre el silencio y la penumbra
una sombra, una rata, un martillo
tienen por carcelero al olvido
Ingenuamente rebelde escribo estas memorias
raspo los muros con vanas historias
vago libre entre la lucidez y la locura
sobrevivo solo en este infierno amándote

Tu sencillez me cautivaba
revelaba en mí al poeta
el cielo cambiaba de color
se ponía limpio como el de tus ojos
Un día las luces y el bullicio te sedujeron
porfiaste que el juego era fácil
que bastaba lanzar los dados para ganar
Te imagino alguna noche
metida en algún vestido extravagante
apostando, aumentándote la edad

Nunca más serás la niña tímida
que asomaba la nariz por la ventana
hasta hace poco me besabas y que ironía...
hoy me dueles más en la mejilla que en la espalda
por que se que no estarás conmigo
al final de mi condena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente poema!!!

Elisabet

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