sábado, 14 de abril de 2007

Náufrago

No te hace falta
un mar, tampoco una isla;
para ser un náufrago, debes estar a salvo

Los náufragos



Era yo un náufrago
el eterno huésped de esta isla
tercamente lanzaba mis botellas al mar
siempre el mismo mensaje
siempre la misma oración

Creía tener todo el tiempo del mundo
pero el tiempo me tenia a mí,
riéndose a carcajadas
el mar, su cómplice,
se burlaba a mis espaldas
regresando mis botellas cada mañana

El mar y el tiempo me tenían siempre ocupado...
Hoy escapé de ellos
hallaron mi cadáver sobre la playa
había volado por fin a la libertad

El mar y el tiempo naufragan con mi partida
se quedan tristes, solitarios para siempre
dejan que mi última botella cruce el horizonte
y me envían gaviotas blancas en señal de despedida