lunes, 26 de marzo de 2007

Preludio de un poema de fin de estación



Un cono de tiempo erupciona en un reloj de arena
una araña teje una cópula feliz en su rincón
la noche tirita de frío
el silencio ha tomado la casa
la garúa contempla al telégrafo
Este bardo es un jean desplomado
un papel doblado en el bolsillo
sus párpados son los telones incoherentes
de un teatro donde la vida es un sueño...

Tres carabelas en un mar de guayabas
se divisan desde el borde de un plato...
Un tenedor clavado en su centro
con un grano de arveja en las puntas
es la palmera cómplice de dos amantes
... una virgen de piel capuli
... un pescador llamado Guanahani
Ambos
- y la arveja-
son la cena tibia que dejó el tiempo en un fin de estación;
ambos
-y el horizonte-
son el alegre tam dam
del amor más feliz cuando sonríe recostado en un tambor

Pero son también
la escena que descubren unos extraños marinos
como a Perseo peinando a la Gorgona
la Medusa que sedujo Neptuno
¡Al retorno! ¡Al retorno!
¡hasta que brille el Unicornio!
Columnas y elefantes ruedan por las cubiertas
cae el mito de allende los mares
se despierta el fin del mundo

Esta leyenda es un papel doblado en el bolsillo de la historia
... de un almirante que ordenó cambiar el curso
que temió perturbar el amor de dos indios
ajenos al renacimiento y a la reforma
que prefirió ignorar el hallazgo
regresar esa misma noche
buscar a Filipa en su alcoba
y nunca más ser el descubridor
cuando este amanecer se ofreciera temprano

Se detuvo la cinética del reloj
la araña teje un cesto de septiembre
los sobres blancos y lacrados se trastrocaron en boletos devaluados
la brisa matutina ha soplado en la nariz de la historia
Abro el libro, página 400
"Último capítulo: La libertad de ..."
me detengo, cojo mis llaves y salgo a trotar por las calles

Ahora
pateo las latas
por las mañanas mientras te busco
escucho tus manos sobre el libro que lees
y presiento
que es un sábado de hipérbolas el que te trae
por un pasillo de exposición burilado por el tiempo que tardo

jueves, 8 de marzo de 2007

En una puerta abierta, el tiempo



Me llamabas Rodrigo
porque te hallé al borde del mundo
cuando mi mano, mi voz agitaban
tierra! ¡tierra!
y era el júbilo de los siglos
la gloria a la epopeya

Me llamabas el anticuario
porque mi ropas tenían precio
mis armas llenaban catálogos
Yo solo era un hombre de mar
libre de teorías y relojes digitales
feliz en la aventura infinita del horizonte

Lo real era tu mejilla
tus muslos y tu cintura
besar tus orejas era más fácil
interpretar tu lenguaje era un suplicio
por eso apretaste mis manos en tus pechos
y vagamos descalzos por la playa

En una puerta abierta, el tiempo
no tranza con baúles de joyas
esa tarde, a solo unos pasos
se abrió de nuevo a tu mundo
a tu calle a tu oficina
La botella de ron cayó de tus manos
palidecieron tus mejillas
supe que era el final

He muerto
en vano intento revivirlo todo
empezaré a cavar, a cavar profundo
como cuando enterramos nuestro tesoro
apartaré los gusanos
sacudiré mi cadáver
me lo pondré de nuevo
estaré elegante como cuando me besabas
y te divertías con mi sombrero de pirata

He muerto
pero no sabes como vivo por tí
intento mantenerme despierto
para ver pasar tu época
para verte una vez más...
Las nueces tejen el silencio de los moluscos
me recuerdan las horas que pasamos juntos
en la isla del cangrejo
donde olvidaste tus aretes y tus zapatos rojos

viernes, 2 de marzo de 2007

La noche es de ella



No queda más café, la oficina esta desierta
mira su reloj, el atardecer desapareció
urge terminar, luego imprimir
su princesa aguarda lejos
la noche es de ella
la belleza y la tristeza también

Los ascensores son frías chimeneas
no importa para ganar la calle
corre para alcanzar el bus
crepita la lluvia
corre tras una ilusión
si resbala se levanta sola, la luna observa...

La misma calle, la misma puerta, el mismo enojo
hizo las tareas, ceno, y se durmió
¡Por que tardó tanto!
princesa despierta, coge la mochila
por qué vivir en varias casas?, le pregunta
No lo sabe, la noche también es de ella

A correr las dos juntas
de la mano a tomar otro bus
mañana será otro día, con algo urgente quizás
Duerme ahora princesa
prometo leerte un cuento mañana
duerme que esta noche mamá no resiste tanto...