Ellos suben las escaleras al cielo
tuercen el cuello a los cisnes
echan diamantes a los puercos
y a veces completan los crucigramas
Detrás de la puerta cuelgan sus abrigos
la suerte sopla sobre sus castillos de naipes
las botellas presiden sus mesas
en un bolsillo un discreto revolver aguarda el momento
La noche humea nostalgia en la rockola
una muchacha sirve los tragos
en silencio los observa y calla
ellos ríen, disimulan y vigilan
uno, ritualmente reparte
otro apuesta, extrae una cajetilla ... y algo más
Cuando la codicia es una carta extra
Cuando la codicia es una carta extra
una viuda prematura, bajo la manga, es la fortuna
la espada, un verdugo sin capucha
el gatillo, un pincel corrector
y el otoño, un puñado de tréboles descorazonados
Detrás de la puerta queda un abrigo
un diario sobresale del bolsillo
la espada, un verdugo sin capucha
el gatillo, un pincel corrector
y el otoño, un puñado de tréboles descorazonados
Detrás de la puerta queda un abrigo
un diario sobresale del bolsillo
una mancha tiñe el amanecer
sobre las mesas
unas manos reparten sillas al revés
Una muchacha silba una canción
casi ritualmente
sobre las mesas
unas manos reparten sillas al revés
Una muchacha silba una canción
casi ritualmente
barre cajetillas y colillas
monedas y botellas
y del suelo recoge... una carta extra sin fortuna
monedas y botellas
y del suelo recoge... una carta extra sin fortuna